TESTIMONIO

 

Ana Carbajal, madre de Nahuel: "A mi nene le agarró leucemia"

 

 

 

Por: Mayra Vargas/Agustín Bertán.

 

Gonález Catán, partido de La Matanza. 25/06/2015.

 

-Entrevista testimonial realizada a Ana Carbajal, vecina del barrio San Enrique, aledaño al relleno sanitario

de González Catán.

Su hijo murió a los trece años de edad al diagnosticársele leucemia a partir del consumo de agua contaminada-.

 

A&M: Hola Ana, ¿podrías relatarnos lo que ha sido vivir en una zona cercana al basural de González Catán?

 

 

Carbajal: Esto no es una villa. Aquí la gente tiene sus casitas medianamente bien puestas. O sea que esta situación no es como dicen “ellos” (haciendo referencia a las autoridades de la CEAMSE), que el relleno se asentó aquí porque esto era un asentamiento.

Refiriéndose nuevamente a la CEAMSE: ¿Ustedes también proponen venir a edificar y a comprar terrenos enfrente a un cinturón (ecológico)? ¡No, señor! ¡Ustedes vinieron sobre nosotros! Nosotros ya estábamos cuando ustedes llegaron.

La situación no es la misma que en Norte III, en donde se hizo el asentamiento exclusivamente para ese predio. Nosotros estamos desde antes de que ellos vinieran aquí. Muchos años antes.

 

C: Cuando compré esta casa en el ’78, ya estaba hecha hacía como diez años. Todo esto era descampado, que ellos compraron en 1978. Nosotros compramos una casa ya hecha. Todo esto era un terreno baldío. Había solamente tres casas en aquel momento.

 

A&M: ¿De qué manera se ha visto afectada por la situación del relleno?

 

C: Yo voy a cumplir cincuenta y siete años. Con respecto al relleno sanitario, hace once años que empezó un problema. Lamentablemente no empezó con mi hijo. Empezó con mi vecino, que tenía veintidos años y vivía acá al lado, y mi nene, trece.

 

A&M: ¿Qué le sucedió?

 

C:  Le agarró leucemia.

 

A&M: ¿Cuál fue el motivo?

 

C: Los médicos suponían tanto que podía como que no podía tener la enfermedad. No lo afirmaron en seguida, porque no pueden arriesgarse a decir “sí, éste es el problema” (refiriéndose a la leucemia).

Pero sí estuvieron viendo que había muchos tipos de infecciones. Y es una enfermedad a la que no estamos acostumbrados. Cuando mi hijo Nahuel se enferma, al poco tiempo llega otro chico del barrio al lugar donde estaba internado. Se llamaba Axel, y también tenía el mismo problema. Y después, Nahuel estuvo 5 o 6 meses internado. No pudo salir adelante. Axel quedó internado, pero a los pocos meses tampoco resistió la enfermedad.

 

A&M: ¿Qué síntomas presentaba? ¿Fue a partir de algún hecho en particular que se le detectó la enfermedad? (Sobre su hijo Nahuel).

 

C:  Todos aquí tomábamos agua de pozo. Como vivíamos aquí hace muchos años, no le dábamos la importancia que podía tener. Pero sí, lo que había cambiado en nuestra forma de vida era que nosotros no podíamos salir ni a la puerta por el olor que había. Era impresionante. Ahora no hay ni un olor, comparado con lo que era en esa época. No se podía salir a la vereda, a tomar mate afuera, nada. Teníamos que poner trapos de piso, alfombras, lo que sea, en las rendijas de la puerta, por el olor que había (refiriéndose al olor que despedía la basura).

 

Ese fue el cambio que nosotros empezamos a notar. Era impresionante. Pero, cuando nosotros vinimos, eso no estaba. Se instaló en 1979. Así que era todo un paraíso para nosotros, porque caminábamos hasta el  río; nos íbamos a bañar en las tasqueras; caminando siempre por todo ese campo, y, de repente, nos hicieron el relleno.

 

Cuando lo empezaron a construir, dijeron que iba a ser un cinturón ecológico. Como que iban a plantar árboles y  construir una autopista, que era un proyecto planeado para esa época, para pasarla por la zona. Lo plantearon como “la sucursal del paraíso”; como que íbamos a poder ir a tomar mate; que iban a hacer un centro recreativo… Pero nada que ver. Es la antesala del infierno, más que la sucursal del paraíso.

 

Éste era un lugar vírgen y sano. De hecho, lo recomendaban para los asmáticos, porque no había nada que contaminara. Pero ahora, a 17 kilómetros de acá, pusieron un parque industrial. En esa época no había. El parque se instaló hace aproximadamente cuatro años.

 

A&M: ¿Qué edad tenía su hijo y qué diagnóstico le dieron?

 

C: Mi nene tenía 13 años y le diagnosticaron leucemia mieloblástica.[1] Los médicos me decían que podía salvarse. Pero después, averiguando, descubrí que es una enfermedad mortal. Él empezó a padecerla “de repente”. En una semana se quejaba de dolores de garganta. A la semana siguiente lo llevé al médico para que lo revisen por el dolor, le hicieron un isopado[2], y, a la semana,  mi nene se iba en sangre. Coágulos y coágulos de sangre que, al consultar con médicos, solo recetaban un antibiótico. Hasta que le hicieron un análisis de sangre, y ya estaba mal.

 

Lo mismo le pasó a mi vecino, que empezó con un sangrado de nariz y, al notar que no le paraba la hemorragia, lo llevaron, si mal no recuerdo, al Hospital Italiano de esa época. Y quedó internado. Pero fue así, de repente. No presentaba ninguna enfermedad previa. Y lo mismo le pasó a ese nene Axel también en poco tiempo. Antes de Nahuel, se había enfermado Eliana, que, a dos semanas de haber cumplido los 15 años, empezó a desmejorar y cayó internada.

Después, averiguando, supuestamente por la Organización Mundial de la Salud, puede haber un caso de leucemia en cien mil personas. Pero nosotros no llegamos a las cien mil personas en todo Catán. Y tres casas, en un rango de quince a veinte cuadras a la redonda presentaron el caso: Nahuel, Roberto, Axel, Eliana, son cuatro casos que se dieron en ese momento.

 

Lo que no sabemos es que, en ese momento se traían curtiembres de Santa Fe, que hacían aumentar más todavía el olor. Lo tóxico que largaban pudo haber sido un detonante más grave. Pero nosotros nos conocíamos entre nosotros, y sabemos que también hubo otros casos: Simón Pérez, por ejemplo, a cinco cuadras de aquí; y una nena hija de un médico con leucemia, a quien no conozco. Y luego, a dos cuadras de aquí, hubo otro caso de un nene con la misma enfermedad.

 

A&M: ¿Existen para usted problemas de salud a causa de la situación en la que se encuentra el barrio?

 

C: La mayoría de las personas estamos muriendo de cáncer. De hecho, si uno va a internarse por dolor en la vesícula, ya no regresa. Le pasó a una amiga de mi mamá que vive cerca. Se operó de la vesícula y no pudieron revertir su enfermedad. Y, luego, otra señora también fue diagnosticada con cáncer al poco tiempo. Ocurre que, cuando nos damos cuenta, ya no volvemos. No hay vuelta. Esa señora vivía en el hospital y, cuando la operaron, ya no había caso. Y sigue habiendo casos que uno no conoce. Mayormente ahora no salgo, pero antes salía a trabajar y me enteraba más. Pero ahora mi papá está enfermo y prácticamente no salgo. Antes, al no estar mis papás enfermos, iba a reuniones con ellos, y ahora se complica.

 

Es como dijo Célia: lo que antes era normal, ahora nos cuesta. Porque tenemos doce años más cada uno. Ese es el tema. El físico ya no da para más. Acá nadie se quiere enfermar porque, cuando te enfermás, te fuiste. Estoy rodeada de cancerosos, porque murió la señora de la esquina con cáncer; otra mujer de aquí a la vuelta con cáncer; hacia el otro lado con cáncer. Todos cáncer…

 

De los más de treinta años que llevo viviendo acá, en los últimos diez años todos han muerto de cáncer. Todos. No hay una persona que se esté salvando.

 

A&M: Cáncer como una de las enfermedades principales…

 

C: Sí. Y no es que sea gente grande, porque, por ejemplo, de la zona, quienes tienen más edad son mis papás. Pero después, el resto de la gente está muriendo antes de cumplir los sesenta años. La amiga de mi mamá, que falleció, tenía cincuenta y seis años. Hay otra señora con cáncer, que tiene cincuenta y siete. Y así estamos. Gente joven, porque otro muchacho murió a los treinta y cinco años, si no me equivoco. Tenía una pollería en la otra cuadra. Existen cientos de personas jóvenes que están con ese problema.

 

A&M: ¿En qué situación se encuentra el agua?

 

C: Ahora tenemos agua, pero no se puede tomar. Lo único que cambió es que yo antes tenía el pozo, y no podíamos bañarnos, porque mi hijo pedía constantemente que lo rascara. Y ahora ya no le pica, desde que pusieron la red. Puede haber cambiado, porque le ponen mucha lavandina. Hay que comprar el agua y ponerle filtros. Así estamos.

 

 

 

 

[1] Caracterizada por la rápida proliferación de células anormales que se acumulan en la médula ósea e interfieren en la producción de glóbulos rojos normales.

 

[2] La prueba rápida de hisopado faríngeo se usa para detectar la bacteria denominada estreptococo del grupo A. La bacteria estreptococo del grupo A causa enfermedades tales como infección de garganta por estreptococos y escarlatina: una erupción que puede ocurrir después de un caso de infección de garganta por estreptococos. La infección de garganta por estreptococos y la escarlatina pueden causar varios síntomas, particularmente fiebre y dolor de garganta. Estas enfermedades son bastante contagiosas y requieren tratamiento con antibióticos.